Logan (dir. James Mangold, 2017)

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410. Logan. James Mangold (2017). ★★★

Último capítulo cinematográfico de Hugh Jackman como el icónico Logan/Lobezno, uno de los grandes personajes de la historia del cómic que ha participado en todas las películas de la “Saga X-Men” desde que se enfundó sus garras allá por el 2000, aunque en un par sólo haya sido en forma de cameo, como ocurrió en la última aventura: “X-Men: Apocalipsis”, ha sido una constante.

Es el año 2029. Los mutantes han desaparecido —o casi—. Un retraído y abatido Logan (Hugh Jackman) pasa los días bebiendo sin parar, escondido en una remota parte de la frontera mexicana, ganándose algo de calderilla como conductor de alquiler. Sus compañeros en el exilio son el marginado Caliban (Stephen Merchant) y un enfermo Profesor X (Patrick Stewart), cuya singular mente sufre ataques y convulsiones cada vez más graves. Pero los intentos de Logan por ocultarse del mundo y de su legado llegan a un abrupto fin cuando aparece una misteriosa mujer con una petición urgente: que Logan guíe a una chica extremadamente joven y muy extraordinaria (Dafne Keen) hasta un lugar seguro. Las garras le vuelven a brotar inmediatamente a Logan cuando tiene que enfrentarse a fuerzas oscuras y a un villano de su antiguo pasado en una misión a vida o muerte, una misión que situará a este guerrero, ajado por el tiempo, en el camino hacia el cumplimiento de su destino.

Hugh Jakman se ha metido en la piel del famoso mutante, desde su primera aparición en “X-Men” de Bryan Singer, un total de diez veces, todo un récord. En “Logan” ha querido cerrar esta etapa junto a James Mangold de un forma diferente y especial, una oportunidad de enterrar a su álter ego por todo lo alto y dar la oportunidad a la protagonista de la serie habitual de cómics que hay en la actualidad: Laura, el Arma X-23, interpretada por la jovencísima Dafne Keen.

La película tiene su base en todo lo que hemos visto, pero a la vez está desligada por completo. Tiene un tono diferente, lejos de “Lobezno Inmortal”, basado a grandes rasgos, en el gran cómic de Mark Millar: ‘Old Man Logan’, una atmósfera más oscura y decadente, hasta el punto de no tener una calificación TP.

En esta última entrega, cerrando la trilogía, tenemos a un personaje más cansado, crepuscular y humano, escondido del mundo para evitar un mal mayor, donde tanto el director, como el propio actor, han cambiado la gran cantidad de efectos digitales que acostumbra a tener una superproducción de ese calibre, por decorados y localizaciones reales, un estilo “Mad Max”. También cuentan con Patrick Stewart, el Profesor Charles Xavier, como secundario de lujo, jugando un papel más importante que en otras intervenciones. Y cómo olvidar a la sorprendente, violenta y callada Laura, interpretada soberbiamente por joven Dafne Keen, una sorpresa muy agradable que será clave a la hora de desarrollar la trama.

Sinceramente, sin haber leído mucho sobre la película, yendo prácticamente a ciegas, sabía lo que me iba a encontrar: Una especie de legado y oda a un personaje que nos ha dado tan buenos ratos como miembro de los “X-Men”. Con el descubrimos a La Patrulla-X, nos guió en los diversos enfrentamientos con Magneto, incluso lo odiamos un poquito al final de “X-Men: La decisión final”. Aunque nos cabreó en sus películas en solitario, al final, en cierta medida, acabamos reencontrándonos y perdonándolo en “Lobezno Inmortal”, entendiendo su dolor y le aplaudimos hasta desgastar las palmas, cuando cambió lo ocurrido en películas anteriores en “X-Men: Días del futuro pasado”. Aquí, por mucho que no nos guste, tenemos que despedirnos de este personaje que nos ha dado tanto, para centrarnos, espero que en los planes más inmediatos de FOX esté, en su sucesora.

“Logan” en gran medida me ha gustado, tiene sus fallitos de guión (dejando de lado lo poco que se parece a lo que supuestamente está basado) y le mete a veces más pausa de la que es necesaria, sobre todo teniendo en cuenta, que donde gana este personaje es en la violencia que sabe generar en cualquier momento. En la película han decidido tener un par de momentos de acción y lo demás dejarlo fluir dotándolo de cierta precidibilidad y trabajando las relaciones entre los personajes.

Por otra parte, sí que me ha gustado la forma en que la película refleja lo que no suele leerse en los cómics, lo que pasa con el héroe cuando deja de luchar, cuando está en el ocaso de su vida, el peso que ha soportado sobre sus hombros tras una vida luchando, lo que queda tras todo: la decadencia. Y aquí, pues lo han sabido recrear muy bien, sobre todo Hugh Jackman, el cual tiene muy bien calado a este personaje que le ha dado tanto. Obviamente claro que me gustaría que el personaje sacara esa furia interior que tiene, pero es totalmente comprensible, que tal vez, su tiempo ya ha pasado y a lo más que se puede enfrentar es a un par de maleantes y a sus propios demonios manteniéndolos a raya.

¿Le ponemos una nota? Para mí se quedará con el 8, porque sin duda es la mejor de la trilogía de Lobezno en cuanto a alma, atmósfera y seriedad. Es brutalmente dolorosa, inteligente en ciertos momentos y siempre con un humor muy ácido, sabiéndote sacar la media sonrisa. Hugh Jackman hizo bien empeñándose en que se centrara en eso esta última etapa del personaje, dejándonos cierta nostalgia cuando aparecen los créditos finales y cierta esperanza en la presentación del personaje de Laura, una mutante, que al igual que él es salvaje e imprevisible, con cierto aire solitario y siempre en búsqueda de su historia.

16 respuestas a “Logan (dir. James Mangold, 2017)

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